Sección Secundaria
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| SECCIÓN SECUNDARIA |
La etapa de Educación Secundaria (de los 12 a los 16 años), supone la continuación de la etapa de Educación Primaria. Se trata de un período de gran relevancia dado que entre sus grandes objetivos, estarán la preparación para la continuación de estudios y para el mercado laboral.
Pero más allá de los aspectos puramente formales, nos encontramos en un período de grandes cambios, fundamentalmente por encontrarse en el período de la adolescencia, y en consecuencia edades en las que pueden surgir grandes dificultades en las relaciones sociales en los distintos ámbitos en que se relacionan los jóvenes, fundamentalmente en el familiar, en el escolar, y con los grupos de amigos.
Considerar que se debería tratar de una etapa formativa en la cual los jóvenes sepan hacer valer sus derechos desde la responsabilidad, teniendo en cuenta los de los demás, así como hacerse cada vez más responsables de sus acciones, aprendiendo a tal respecto a corregirse desde un pensamiento autónomo, para bien de uno mismo y de los demás.
De tal modo, entendiendo que es necesario alcanzar un bagaje curricular suficientemente adecuado para una óptima incorporación como ciudadanos, también puede entenderse importante, el fomentar en esta etapa educativa, valores como el respeto a los demás, la empatía, la cooperación… dado que la propia interacción entre iguales es una gran oportunidad para lograr comprender a los demás, para aprender a relacionarse adecuadamente con ellos, y así aceptar aspectos tales, como la diversidad de opiniones.
Así pues, si entendemos que la adolescencia es una etapa de transición hacia la edad adulta, la Educación Secundaria debería potenciar, o al menos permitir que los jóvenes muestren su pensamiento cada vez más crítico y comprometido, haciéndose responsable, eso sí, de sus posibles errores, ya que de tal manera, se daría salida a su energía desbordante, ofreciéndoles oportunidades para la expresión de sus inquietudes y necesidades.
Si bien la educación secundaria no debe descuidar las materias curriculares básicas, tampoco debería atender insuficientemente aquellos elementos que favorecieran su desarrollo personal, y sobre todo debería atender las necesidades educativas del alumnado mediante la atención individualizada.